La Luna es una estrella llena de misterios. Se compone de fases, influye en las mareas, la cosecha e inspira rituales y celebraciones. Al igual que el Sol, en Astrología la Luna se considera un planeta, y es uno de los pilares en la formación de nuestra personalidad.
El Sol, al ser el astro que da la luz que ilumina lo que ven los ojos, tenía su simbolismo asociado a la conciencia, a la aprehensión objetiva de la realidad y, por tanto, a la razón.
Mientras que el Sol representa el principio masculino, la individualidad y la razón, la Luna representa el principio femenino de la sensibilidad, los afectos y el arte de cuidar y ser cuidado.
El Ascendente, en la Carta Astrológica, indicará cómo la persona construye su propio estilo de ser, su autonomía e independencia en el mundo, y el Medio Cielo el camino hacia la realización personal y el reconocimiento a través de su servicio, de un trabajo, de lo que tenemos que ofrecer al mundo, colectivamente.
Vea el vídeo: Sol y Luna en los signos
Dentro de esta base, la Luna representa la estructura emocional de una persona. Y se construye a través de lo que se absorbe del pasado familiar, de las historias vividas en la infancia, de los lazos afectivos y del alimento emocional que se construye con la familia o con quien haya desempeñado ese papel en la vida.
Todas estas historias dejan sus huellas en la memoria de cada persona y se reflejan en la forma que tiene cada persona de amar, de sentirse amado, de reaccionar y de sentirse emocionalmente seguro ante las situaciones de la vida.
En Astrología, la Luna es el astro asociado a las emociones, al universo afectivo, a la familia, a la infancia y al hogar (lugar de retiro donde nos sentimos protegidos y restauramos nuestras fuerzas).
De la misma manera que la Luna cambia de aspecto según sus fases, una hora está llena y la siguiente desaparece, en el lugar donde se encuentra en la carta estamos sujetos a inestabilidades y variaciones cíclicas y emocionales.
La Luna rige el signo de Cáncer y está asociada a la 4ª casa. Cáncer está simbolizado por un cangrejo, representa la experiencia de la dualidad de vivir cada hora en la tierra (símbolo del mundo físico y la estabilidad), cada hora en el agua (el universo de la psique, los sentimientos y la imaginación). En ambos casos, hay una búsqueda de seguridad.
Este signo representa la necesidad de construir un refugio donde nos sintamos seguros, acogidos y apoyados.
Cuando tenemos Cáncer en la carta, buscamos una implicación íntima, cuidamos y protegemos. Y la capacidad de implicarnos afectivamente es el resultado del alimento emocional que recibimos a lo largo de la vida y, principalmente, del pasado, de la infancia.
Cáncer se refiere al pasado, a la nutrición y a la construcción de una estructura emocional segura, que, como la Luna, oscila según las emociones.
La casa 4, asociada a la Luna y al signo de Cáncer, también debe ser considerada en el análisis de la estructura emocional del individuo. Representa nuestras raíces y los nutrientes que hemos recibido en relación con el afecto familiar y las historias transmitidas por la familia.
El mito de la Luna – La luz de la noche:
La Luna (Selene) era hija de Hipporion y Theia, hermana de Helios y Eos (el Sol y la Aurora). Al enterarse de que su hermano se había ahogado en el mar, Eridanus se arrojó desde lo alto del palacio. Los dioses, conmovidos por su dolor, la colocaron en el cielo en forma de estrella, representada por una hermosa joven, que recorría el cielo nocturno en un carro de plata conducido por dos feroces caballos.
La Luna amó a varios dioses y de su mayor pasión, Endymion, tuvo cincuenta hijas, por lo que se convirtió en el símbolo de la fertilidad.
Se la considera el ojo de la noche y la reina del silencio. Por la noche, en el momento en que nos acostamos para dormir, se nos invita a hacer silencio, cerrar los ojos y conectar con el mundo interior, con nuestro mar de emociones.
La posición de la Luna en la Carta Astrológica
El signo de la Luna, cuando está bien desarrollado y estructurado, nos hace emocionalmente seguros y confiados, nos da la capacidad de cultivar nuestros afectos y estar en sintonía con lo que toca el alma, es decir, la madurez emocional. Hace que nuestro poder de sentirnos amados aumente, haciéndonos más capaces de elegir a las personas que realmente nos acogen y con las que creamos lazos de intimidad, pudiendo cuidar y ser cuidados.
Para saber cómo se manifiestan las cualidades de la Luna debemos observar en cuál de los signos, en qué Casa Astrológica y qué conexiones hace la Luna en nuestra Carta Astrológica.
Véase también: La estructura emocional en la astrología
La Luna en los signos:
Luna en Aries
La Luna en Aries indica que la persona vive sus emociones de forma impulsiva y apasionada. Esto se debe a que Aries, como primer signo del zodiaco, tiene una energía similar a la de un niño optimista que se lanza impulsivamente a tomar una iniciativa. Es una Luna que tiene reacciones enérgicas, desenfrenadas e inmediatas cuando se ve afectada por situaciones externas.
Luna en Tauro
La Luna en Tauro favorece la asociación de dulzura, firmeza, determinación y estabilidad de las emociones. El universo de las sensaciones concretas y palpables, a menudo asociadas a los cinco sentidos, como el tacto, la música, el olfato y el gusto.
Luna en Géminis
Para los nacidos bajo la Luna en el signo de Géminis, los intercambios son fundamentales para comprender lo que sucede en la esfera emocional, relacionarse y comunicarse bien son ingredientes para mantener la estabilidad emocional. La curiosidad les hace preferir los cambios al alojamiento. Son adaptables en las relaciones, en el afecto y expresan lo que sienten a través de las palabras.
Luna en Cáncer
La Luna en Cáncer, el signo que rige, promueve una expansión de la sensibilidad, el afecto y las emociones. Las relaciones con las personas más íntimas, especialmente las familiares, se ven profundamente afectadas. Estas personas tienen el don de cuidar y acoger.
Luna en Leo
La Luna en el signo de Leo, regido por el Sol, une cualidades opuestas, la razón y la emoción, que deberían ir juntas. Los nacidos con la Luna en Leo tienen el brillo y el magnetismo del Sol y un fuerte poder de atracción. Cautivadores, imponen su voluntad para que las cosas sucedan como ellos esperan dentro de la relación afectiva, garantizando más seguridad emocional para ellos.
Luna en Virgo
La Luna en Virgo une los valores femeninos. Esto significa que los nacidos con esta Luna son cuidadosos, delicados y atentos en sus relaciones, prestando atención a los detalles y tratando siempre de mejorar su rutina. Virgo también aporta una pizca de racionalidad al campo de los sentimientos. Esto significa que la seguridad emocional se consigue mediante una comprensión racional de los sentimientos y las emociones.
Luna en Libra
La Luna en Libra dirige el lado emocional de las relaciones. Son personas que se nutren emocionalmente de los encuentros, las asociaciones y la capacidad de caminar juntos y comprender al otro. Todo lo que te afecta emocionalmente tiene que estar en equilibrio y armonía.
Luna en Escorpio
Tener la Luna en el signo de Escorpio significa estar siempre sometido a constantes transformaciones emocionales, es una inmersión profunda. Los nacidos con esta Luna en su carta, se sienten envueltos por los misterios y esto les motiva a la entrega emocional. Son personas emocionalmente profundas y viven las relaciones de forma intensa, porque tienen la dimensión de la finitud de las cosas.
Luna en Sagitario
Tener la Luna en el signo de Sagitario, que simboliza el hogar y los lazos afectivos, significa ser capaz de hacer de cualquier lugar del mundo su hogar. Los impulsos se viven en busca de la expansión del conocimiento, que se transforma en intelecto y apunta a la evolución emocional.
Luna en Capricornio
La Luna en el signo de Capricornio une energías opuestas, ya que la Luna rige Cáncer, signo opuesto y complementario a Capricornio. Esto significa que uno de los hábitos de las personas nacidas con esta Luna en su carta es racionalizar sus sentimientos, tratar de entender el porqué de una determinada emoción y situación, y cómo funciona en la práctica. Todo esto sucede porque las personas nacidas con esta Luna en su carta necesitan seguridad y garantías para entregarse emocionalmente.
Luna de Acuario
La Luna aporta en su simbolismo los valores relativos al cuidado y al afecto. Acuario es similar a la Luna en lo que se refiere al cuidado, sólo que, mientras la Luna habla del cuidado de aquellos con los que nos relacionamos más íntimamente (como la familia, por ejemplo), Acuario amplía el cuidado a la colectividad. Algunos valores son esenciales para la seguridad emocional de los nativos con la Luna en el signo de Acuario, como los valores humanistas, las amistades y la libertad.
Luna en Piscis
Los nacidos bajo la Luna en Piscis son grandes soñadores, canalizadores de las atmósferas que les rodean y dotados de una sensibilidad extrema. Sienten una gran empatía y compasión por todos los que les rodean. La posibilidad de soñar, imaginar y vivir profundamente las emociones es lo que les mantiene alimentados emocionalmente.
La Luna en las casas astrológicas
Luna en la Casa 1
Tener la Luna en la Casa I, una Casa relacionada con la construcción del “yo”, produce la creación de una base emocional estrechamente relacionada con las historias y los recuerdos de la infancia. Los nacidos con la Luna en la Casa 1 tienen una enorme capacidad afectiva y empática con las personas más cercanas. La Luna en la casa 1 trae la necesidad de ser libre e independiente en las relaciones y también la necesidad de que se cumplan los propios deseos.
Luna en la Casa 2
Los nacidos con la Luna en la Casa 2 sienten la necesidad de seguridad material. Estos nativos tienden a tratar el dinero de una manera más emocional y pegajosa, poniendo gran parte de su seguridad en las posesiones materiales.
Luna en la Casa 3
Tanto la Luna como la 3ª casa simbolizan el movimiento y el intercambio. Las personas nacidas con la Luna en esta casa no suelen quedarse quietas y siempre están buscando cosas nuevas. Lo que les nutre emocionalmente son los nuevos conocimientos y los intercambios con otras personas.
Luna en la 4ª Casa
La casa 4 está asociada a la Luna, lo que significa que las personas nacidas con esta posición en la carta tienen una profunda sensibilidad hacia los afectos y las relaciones íntimas y personales, dando atención y extrema importancia a este ámbito de la vida. Todo lo que concierne a las relaciones familiares puede tocar profundamente su esfera emocional.
Luna en la Casa 5
La Luna en la Casa 5 convierte la creatividad y la autoestima en alimento emocional. Las personas con la Luna en la casa 5 tienen un brillo especial y peculiar, y al mismo tiempo sienten la necesidad de sentirse amadas y acogidas.
Como la Luna habla de emociones, puedes encontrarte con variaciones en la confianza y la autoestima.
Luna en la Casa 6
La Luna en la Casa 6 hace que los nacidos con esta Luna se vean afectados por las situaciones y tareas más mundanas de la vida cotidiana. Con esta posición en su carta, es fundamental que le guste lo que hace, tanto en relación con el trabajo como con las tareas rutinarias.
Luna en la Casa 7
La Luna en la Casa 7 significa que el alimento emocional proviene de las relaciones, de los encuentros. Las relaciones son el alimento necesario para la seguridad emocional y afectiva. Hay una búsqueda de respeto en las relaciones que vivimos, ya sea en el trabajo o en las relaciones afectivas, respetando el espacio, las diferencias y los límites de cada uno.
Luna en la Casa 8
La Luna en la casa 8 promueve una dilatación de la sensibilidad, la intuición y la intensidad emocional, que en este caso se revestirá de profundidad para tratar las emociones. Las personas con la Luna en esta Casa, cuando sienten, sienten de verdad. Al mismo tiempo, tienen una cierta tendencia a alimentar los sentimientos destructivos, porque de alguna manera piensan que éstos los alimentarán, ya que a partir del contacto con estos sentimientos, tienen la posibilidad de transformarse, regenerarse y resurgir emocionalmente más fuertes.
Luna en la Casa 9
La Luna en la Casa 9 indica que los sentimientos aquí se alimentan en el deseo de expandir las fronteras geográficas, intelectuales, filosóficas y espirituales. Las personas con la Luna en la Casa 9 se adaptan a los entornos más diversos, hacen del mundo su hogar y son capaces de comprender mejor el pasado cuando están lejos de sus raíces.
Luna en la Casa 10
La Luna, luminaria asociada a la Casa 4, está relacionada, entre otras cosas, con el hogar y la familia, y cuando está en la Casa 10 se encuentra en un entorno opuesto al suyo, porque en este entorno salimos al mundo y queremos ser reconocidos. En esta casa, la nutrición emocional está estrechamente ligada al trabajo, al entorno y a las personas con las que se convive en este camino.
Luna en la Casa 11
La Luna en la casa 11 dirige los afectos hacia todo lo relacionado con el colectivo. Son sensibles a las necesidades de los demás y al bienestar social. También tienen una fuerte necesidad de sentirse libres dentro de las relaciones, de tener un espacio para sí mismos y de estar con sus amigos.
Luna en la Casa 12
La Luna en la casa 12 esconde sentimientos profundos y no reconocidos en el universo emocional de los nacidos en esta configuración. Son personas con sensibilidad para acceder a los miedos, traumas y fantasmas psíquicos y transformarlos en crecimiento emocional. Lo que nutre aquí es la propia fuerza interior.
Por último, la Luna en la Carta es una guía para que aprendamos a manejar nuestros sentimientos y la mejor manera de mantenernos nutridos y seguros ante las oscilaciones emocionales.